Guía Sneakerhead: Cómo limpiar y cuidar tus zapatillas favoritas

Conozca sus materiales

Antes de sumergirte en la limpieza, es crucial que conozcas los materiales de los que están hechas tus zapatillas. Los distintos pares, como las zapatillas de piel Air Jordan, las Converse de lona, las adidas Gazelle de malla, las de ante y las de punto, requieren métodos de limpieza diferentes. Consulta las directrices proporcionadas por el fabricante o simplemente investiga un poco sobre el par para asegurarte de que estás utilizando los productos y técnicas de limpieza adecuados. No querrás estropear tus zapatillas por intentar cuidarlas.

Prevenir, no reparar 

La prevención es clave para mantener tus zapatillas con un aspecto fresco. Establece una rutina de mantenimiento regular cepillando la suciedad después de cada uso. Utiliza un cepillo de cerdas suaves o un paño húmedo para eliminar suavemente la suciedad superficial. Este sencillo paso puede evitar que la suciedad se incruste en el tejido y hacer que las sesiones de limpieza profunda sean menos desalentadoras.

La limpieza puntual es clave 

Para las manchas y rozaduras leves, la limpieza localizada es tu mejor aliado. Prepara una solución limpiadora suave con jabón neutro o un limpiador de zapatillas especializado diluido en agua tibia. Sumerge un cepillo de cerdas suaves o un paño limpio en la solución y frota suavemente las zonas afectadas con movimientos circulares. Evita frotar con fuerza, sobre todo en materiales delicados como el ante o el punto, ya que podría dañarlos.

Domine la limpieza a fondo

Cuando tus zapatillas necesiten una renovación más profunda, lo mejor es una limpieza a fondo. Quítales los cordones y las plantillas y lávalos a mano con cuidado por separado. Para las zapatillas en sí, hay varios métodos dependiendo del material. ¡Vamos a repasarlos ahora mismo!

1. Malla y lona: Utiliza un cepillo suave y la misma solución de limpieza suave mencionada anteriormente. Deja que las zapatillas se sequen al aire de forma natural, lejos de la luz solar directa.

2. Cuero: Limpiar con un paño húmedo o una esponja y un limpiador de cuero suave. Aplica después un acondicionador de cuero para mantenerlo flexible y evitar que se agriete.

3. Ante: Utilice un cepillo para ante o un borrador especial para ante para eliminar las manchas y reavivar la piel del ante. Procura no saturar el material, ya que el exceso de humedad puede provocar manchas de agua.

4. Punto: Trate las partes superiores de punto con cuidado para evitar estirar o dañar el tejido. Utiliza un cepillo suave y un detergente neutro para eliminar la suciedad con suavidad.

Protocolo de secado adecuado

Cuando termines de limpiar los zapatos, sécalos bien para evitar la formación de moho. Rellénalos con toallas de papel limpias y secas o con hormas para ayudar a mantener su forma mientras se secan al aire. Secarlos bien es tan importante como limpiarlos: nadie quiere un zapato deforme. Evita utilizar fuentes de calor directo, como secadores de pelo o calefactores, ya que pueden deformar los materiales y causar daños.

Utilizar productos de protección y mantenimiento

Invierte en productos de calidad para proteger tus zapatillas, como repelentes de agua y manchas, protectores de zapatillas y protectores de suelas. La aplicación de estos productos puede ayudar a prolongar la vida de tus zapatillas protegiéndolas contra el desgaste diario, los derrames y las inclemencias del tiempo. ¡Haz clic aquí para ver todos los productos para el cuidado del calzado que puedes encontrar en FLEXDOG! 

Dar prioridad a un almacenamiento adecuado

Es importante conservar las zapatillas incluso cuando no se usan. Un almacenamiento adecuado es esencial para preservar el estado de tus zapatillas cuando no las usas. Guárdalas en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa, para evitar que se decoloren. Considera la posibilidad de invertir en cajas de zapatos transparentes o estantes expositores para mantener tu colección organizada y protegida.

Cuidar de tus zapatillas favoritas no tiene por qué ser una tarea desalentadora. Con los conocimientos y las herramientas adecuadas, podrás mantenerlas frescas y con estilo durante años. Para más consejos como éste, visita nuestra revista y únete a FLEXDOG.